Cuentos infantiles conocidos para contarle a los nietos
Una noche muy oscura hubo una terrible tormenta. Llovio, trono y resplandecientes relampagos iluminaron el cielo. Entonces llamaron a la puerta de palacio y la reina fue a ver quien era. A la puerta se encontraba una muchacha calada hasta los huesos.
- Entra- dijo la reina- Debes pasar la noche aqui.
Cuando la muchacha se hubo secado y recuperado, le dijo a la reina que era una princesa. Por aquel entonces el hijo de la reina buscaba una pricesa para que fuera su esposa. Pero, como podia asegurarse de que aquella muchacha era en realidad una princesa?
Aquella noche, sin decir a nadie lo que hiba a ser, rehizo la cama de la muchacha. Puso un diminuto guisante seco en la suave cama de madera...y ensima del guisante puso veinte colchones...y encima de los colchones puso otras veinte almohadas de suave pluma. La muchacha tuvo que subir hasta el techo para acostarse!
A la manana siguiente la reina le pregunto como habia dormido.
- Apenas pude pegar ojo- suspiro la muchacha- La cama estaba llena de bultos y me pase la noche dando vueltas.
La reina tomo a la muchacha de la mano y la llevo hasta el principe directamente.
- Solo una princesa podria estar sobre tantos colchones tan suaves y no dormir a causa de un diminuto guisante - dijo.
Explico entonces a todos lo que habia hecho. El principe se lleno de alegria. La princesa y el se casaron y vivieron felices para siempre.
