miércoles, 13 de noviembre de 2019

Historia de la danza

 ARTES ESCÉNICIES

Historia de la Danza 1: los orígenes Historia de la danza (1) Los orígenes La danza podemos encontrarla en el mismo origen del ser humano, pues ya el hombre primitivo la utilizó, muy tempranamente,  como forma de expresión y de comunicación, tanto con los demás seres humanos, como con las fuerzas de la naturaleza que no dominaba y que consideraba divinidades. Entre los hombres primitivos la danza tenía un sentido mágico animista, pero también valor de cohesión social. La danza sirve para infundir ánimo a los guerreros, para el cortejo amoroso, para ejercitarse físicamente, etc.   Danza pírrica. Museo de la Acrópolis. Atenas     Tenemos que considerar que el elemento fundamental de la danza está en la propia naturaleza humana: el ritmo, que le viene dado por su propio funcionamiento orgánico, con la respiración y los latidos del corazón. El mismo principio que hace nacer la música en los orígenes de la humanidad, hace también nacer la danza, que están unidas indisolublemente.     Pintura fúnebre. Museo arqueológico nacional. Nápoles   Los primeros en reconocer la danza como un arte fueron los griegos, que le dedicaron en su mitología una musa: Terpsícore. Su práctica estaba ligada al culto del dios Dionisos y, junto con la poesía y la música, era elemento indispensable de la tragedia griega, donde la catarsis ponía al individuo en relación con los dioses, aunque también entre los griegos cumplía la danza una función de comunicación y cohesión social.     Danza de una comedia romana. Museo pío clementino. Vaticano   En la antigua Roma la danza perdió importancia y valor social y religioso. De hecho, bailar podía ser algo considerado inconveniente en los hombres, lo que demuestran las críticas dirigidas a Escipión el Africano que tuvo el atrevimiento de danzar ante sus hombres, seguramente una danza guerrera. Edad Media En la Edad Media, la danza estuvo muy apartada del desarrollo de las demás artes, debido a la mentalidad cristiana, que la encontraba cargada de connotaciones sexuales, o sea, pecaminosas. La Iglesia rechazaba todo cultivo del cuerpo con fin estético. Sin embargo, las prohibiciones no tuvieron efecto real, pues tanto el pueblo como los cortesanos siguieron bailando en sus celebraciones. En esta época se produce la separación entre la danza de corte y la popular, lo que perjudicó al desarrollo de la danza como actividad artística. Floreció la danza popular, eso sí, en lo que conocemos como folclore. Muchas de las danzas folclóricas conservadas actualmente tienen su origen en estas danzas medievales de creación popular, provenientes de ritos y fiestas paganas (de guerra, de trabajo, de cortejo), que se realizaban a pesar de la prohibición eclesiástica o precisamente contra ella. Sólo las llamadas “danzas de la muerte” tenían relación con la iglesia que las protegía. Eran en realidad danzas de tipo pasacalles, filas en cadeneta que recorrían calles y plazas, en las que estaban representados todos los estamentos sociales; la idea era representar el poder omnímodo de la muerte sobre los seres humanos, idea de la que el hombre medieval tenía buen conocimiento por las epidemias que asolaron Europa. Las celebraciones populares dieron lugar a gran número de danzas, entre las que destacan las llamadas moriscas, de origen hispano-musulmán. Aún se conservan en Inglaterra con el nombre de morris dances: se bailaban en filas, con pañuelos o bastones, y haciendo sonar cascabeles que se llevaban en los vestidos. Renacimiento Con el Renacimiento se produce un cambio de actitud y mentalidad frente al conocimiento y la percepción del mundo. Para el Humanismo, movimiento intelectual de la época, el hombre pasa a ser el centro de la cultura y del pensamiento; esta consideración tiene un efecto importante para el desarrollo de las artes, aunque en lo relativo a la danza, los cambios vienen dados por la nueva organización social. Las ciudades italianas, dominadas por grandes señores y enriquecidas por la burguesía, clase social que hace su aparición entonces, compiten entre sí en ofrecer espectáculos a los visitantes extranjeros para mostrar su riqueza y poder. La danza recobra con estos espectáculos su posición perdida. Aparecen en este momento y en Italia los primeros manuales prácticos de danza, siendo el primero de ellos de 1450, cuyo autor fue Domenico Piacenza, considerado el primer coreógrafo de la historia. En su tratado, “De arte saltandi et choreas ducendi”, Piacenza establece ya los elementos fundamentales de la danza: el compás de medida (musicalidad), la manera (carácter del bailarín e interpretación), la memoria (fijación de pasos y evoluciones), la división del terreno (el espacio) y el aire (calidad del salto). También clasifica los pasos de la danza en naturales (como el andar) y accidentales (paso corrido, cambio de pie, etc.). Este tratado teórico vino motivado por la práctica habitual de la danza en medios cortesanos y populares. Hay que destacar la colaboración que los artistas del Renacimiento, como Da Vinci y Botticelli, prestaron a la danza con el diseño de escenografías muy complejas. Por esa misma época y por influencia italiana, se produce en Francia el nacimiento del ballet comique, que será el germen del ballet moderno. Su introducción en Francia se debe a Catalina de Médici, esposa del Duque de Orleans. El ballet comique era un gran espectáculo cortesano para recepciones de embajadas y grandes invitados, donde predominaba el diseño espacial sobre la creación de pasos; los bailarines no precisaban unas cualidades físicas especiales, sino que su actuación requería decoro, elegancia y porte. Se considera el primer ballet de la historia, con todas las salvedades hechas, la representación del Ballet Comique de la Reine Louise, en 1581, dirigido por el francés de origen italiano Balthasar Beaujoyeulx. Duraba cinco horas y narraba la historia de la hechicera Circe. Su principal valor era la unidad temática y artística; representaba la unión culminante de los gustos italianos y franceses en estética coreográfica. El siguiente tratado sobre danza fue debido a Thoinot Arbeau; ha llegado hasta nosotros y en él se encuentran descripciones de pasos, posturas y movimientos aún en vigor en algunas escuelas de danza. Establece una estrecha relación entre la música y la danza y dedica gran atención a la geometría coreográfica. Cuando el ballet de corte declina en Francia, Inglaterra toma el relevo, y durante el siglo XVII, a imitación de los franceses, la danza se convierte en el espectáculo cortesano más apreciado, conocido con el nombre de masques. Sin embargo, su origen está en los llamados “revels”, entretenimiento cortesano donde se unía la música y la poesía, con un vestuario suntuoso y la aparición de danzas. En estos revels participaba toda la corte, incluidos los propios reyes. Enrique VIII importó de Italia la llamada masquerie, que recibió en Inglaterra el nombre de masque. Combinaba el canto, el diálogo y la danza, todo unido por un argumento. Se introdujo un elemento nuevo, la antimasque, en la que la danza se aislaba como arte autónomo. Su hija, la reina Isabel, continuó esta tradición, a la que era muy aficionada. Siglo XVII En este siglo vuelve a ser Francia el país donde continúe la evolución del ballet hacia lo que es en tiempos modernos. Esto ocurre con la llegada al poder del cardenal Mazarino, un italiano amante de la ópera, que lleva este género a París, bajo la protección de la reina. Otro italiano, que afrancesó su nombre, Jean Baptiste Lully, fue el que adaptó la ópera al gusto francés e impulsó la danza como arte escénica independiente. Lully era un gran compositor, pero también un buen bailarín; en 1653 apareció en el Ballet de la Nuit, donde también actuaba el propio Rey. Pasó a ser músico del rey Luis XIV, consiguiendo su apoyo y consideración. Este rey, bajo el consejo de Lully, profesionalizó a los bailarines, fundando en 1661 la Real Academia de la Danza, primera de todas y modelo de otras europeas. De la mano de coreógrafos como Beauchamp, Torelli y Molière, Lully fue el impulsor de esta gran academia. Los puntos principales en el avance del desarrollo de la danza en esta época, con el coreógrafo Beauchamp y la Academia de la Danza, son los siguientes: Comienza la tradición de la “danse d’école”, tal y como hoy se entiende. Se le confiere a la danza naturaleza escénica independiente. Se desarrolla la técnica para crear coreografías adaptadas a nuevas exigencias visuales. Se introduce el “en dehors” y las cinco posiciones de los pies, así como la codificación de los movimientos derivados. Esto explica que el lengua del ballet sea el idioma francés. La danza se desarrolla como espectáculo con valores tan esenciales como su unidad dramática y musical En 1780, Raoul Auger Feuillet publica un nuevo sistema de notación para la danza, que ha hecho llegar hasta nuestros días gran número de coreografías de la época. En 1713 se crea la Escuela de Ballet de la Ópera de París, la más antigua de Europa y modelo de las que se habrían de fundar posteriormente en otros países. A lo largo del siglo XVIII se desarrollará de tal modo que permitirá el triunfo de la danza como arte escénica en el siglo XIX.   Compartimos: Compartir Relacionado Historia de la danza: Expresionismo alemán En "Danza" Historia del ballet y de la danza moderna, de Ana Abad Carlés En "Bibliografía" Historia de la danza 4: El ballet imperial ruso En "Danza" 3 octubre 201015 Respuestas « Anterior Siguiente » Responder Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con * Comentario Nombre* Correo electrónico* Web Publicar comentario Notificarme los nuevos comentarios por correo electrónico. Recibir nuevas entradas por email. valeria en 6 marzo 2011 de 19:55 ¿esto es de roma? es que me da peresa leer si necesito que me respondan ya por que esto es una tarea de danzas que me dejaron y es para mañana y por fa respondan ya si :O Fuensanta Muñoz en 6 marzo 2011 de 20:01 Si te da pereza leer, este no es tu sitio. Estudia un poco, anda, que te hace buena falta. wanda en 13 marzo 2012 de 19:14 esto me sirve para el colegio gracias me salbaron harritxu en 18 junio 2012 de 10:11 gracias por la informacoin, me ha servido de mucho!!! soy estudiante de danza y me estoy preparando para entrar en un conservatorio profesional. gracias a esta informacion mis clases de historia de la danza han mejorado! Fuensanta Muñoz en 18 junio 2012 de 12:32 Me alegra mucho que te haya servido para aprender más. Saludos Pingback: El Origen de la Danza « Baile de Salón kaarliithaa en 5 septiembre 2012 de 22:39 wwauuu me fasino rosaaaa!!! en 25 noviembre 2012 de 20:03 no me gusto te falta muchoo Daniel Orozco en 6 marzo 2013 de 0:02 buena fdvgh anonimo en 28 marzo 2013 de 5:04 es muy bueno solo te falta poner del siglo XVIII hasta el siglo XX pero tu informacion es buena. Fuensanta Muñoz en 1 abril 2013 de 15:04 Hola, gracias por tu aprecio. Si miras en las etiquetas, te darás cuenta de que está todo hasta mediados del siglo XX. Por si quieres mirarlo. edison en 3 agosto 2013 de 15:44 me gusta:) gbhj en 24 septiembre 2013 de 3:35 esta muy bien alex en 6 octubre 2013 de 4:31 Hola, de hecho tienes una faya, la opera de paris no se inaguro en esa fecha, de hecho en 1661 se fundo la academia real de la danza, en francia, por orden de luis XVX, esta escuela fue la que posteriormente se convirtio en la famosa opera de paris!!! CHRIS TOGA en 17 diciembre 2013 de 1:29 POR FAVOR . FAVOR LE PIDO QUIERO UN RESUMEN DEL BAILE COMO ARTE ESCENICO PARA LA MONOGRAFIA Un favor: vota Las tres cualidades que consideras fundamentales para un buen actor o actriz de teatro son... El encanto personal El control de su cuerpo y de su energía El trabajo y la disciplina Una gran cultura teatral y escénica Una buena memoria Una preciosa voz educada El buen gusto estético y la inteligencia La versatilidad Un aspecto fisico espléndido La pasión por su arte El conocimiento de la psicología humana Vote View Results Crowdsignal.com Encuentra lo que buscas AAEE Orientales Actores Adaptaciones de clásicos Adaptaciones de Narrativa Adaptaciones de Poesía Adaptación Textos Poéticos Alfred Jarry Antonin Artaud Autores Bibliografía Bibliografía Circo Bibliografía Entrenamiento del actor Bibliografía Historia Bibliografía Teatro Bibliografía Teoría Teatral Biografías de actores Biografías de artistas Brecht Bulgakov Charles Chaplin Cine y Escena Circo Citas comentadas Cohesión de grupo Conciencia corporal Constantin Stanislavsky Danza Desinhibición Didáctica del Teatro Dirección de escena Dramatización Ejecicios Ejercicios Entrenamiento del actor Espacio escénico Espacio teatral Evaluación Expresión corporal Formas vanguardistas Grotowski Happening Historia de la Danza Historia del Teatro Improvisación Imágenes Talleres Interpretación Juego dramático Lee Strasberg Lope de Vega los duendes Luz teatro María Osipovna Meyerhold Montaje Music-hall y variedades Método Oscar Wilde Reflexiones Relajación y concentración Representaciones Respiración Sesiones prácticas Signos teatrales Teatro Teatro musical Teoría Teoría del Teatro Teoría Teatral Textos dramáticos Unidades Didácticas Voz Voz y respiración Vídeos Vídeos comentados Ópera Temas Bibliografía Cine y Escena Circo Danza Ejercicios Montaje Teatro Teatro musical Uncategorized Unidades Didácticas Entradas recientes Los números de 2013 Los números de 2012 Manifiesto del día mundial del Teatro 2012 Cine y escena: El último bailarín de Mao Circumstancies en el Teatro Circo de Murcia Archivos enero 2014 diciembre 2012 marzo 2012 noviembre 2011 octubre 2011 septiembre 2011 mayo 2011 abril 2011 marzo 2011 febrero 2011 enero 2011 diciembre 2010 noviembre 2010 octubre 2010 septiembre 2010 junio 2010 mayo 2010 abril 2010 marzo 2010 febrero 2010 enero 2010 diciembre 2009 noviembre 2009 octubre 2009 septiembre 2009 mayo 2009 abril 2009 marzo 2009 febrero 2009 enero 2009 diciembre 2008 noviembre 2008 octubre 2008 OCTUBRE 2010 L M X J V S D « Sep   Nov »   1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 Esto se dice Norman Douglas en Los números de 2013 CHRIS TOGA en Historia de la Danza 1: los or… Silvana Riero en El significado de la luz en el… Manuela en Argumentos de ballets: El lago… patricia fernandez en Teatro del siglo XX: el teatro… Lo más visto Historia de la Danza 1: los orígenes El espacio escénico El texto dramático Los que nos visitan 4.637.397 hits Fuensanta M. 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